No
desearía discernir en ideas de
carácter ideológico, ni dotar a la duda de un aliado mas, ni mucho menos ignorar el
efímero habitáculo en el que divago.
Malabareo con infinidad de variables, sosteniendo el respiro para no romper el
status quo. Yo
seguiré desencadenando
teorías de proporciones
bíblicas,
ceteris paribus. La
intuición soborna a la
razón, con un discurso
autónomo delineando su existencia. Cabe la posibilidad de que mi
fijación tenga una
índole paradójica susceptible a los
artífices que me incitan a no actuar. Dejando a la actualidad, embargada.